Puedes meditar durante actividades cotidianas o en distintos momentos del día en que no estés haciendo nada.
Concéntrate en observar algo que tengas
enfrente, algo que tengas en las manos o bien cierra los ojos.
Respira de forma consciente disfrutando tu
respiración.
Permite que poco a poco no pienses en nada.
Esto para mí es como sentir que detengo el
tiempo o que olvido que pasa durante unos minutos.
Con la práctica se aprende a hacer de manera
que puedas hacerlo como, cuando y donde quieras, cuantas veces quieras al día.
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